La tibieza de Banco BBVA
- Ana Rivera
- 12 may
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 may
Existen dos formas de apoyar una causa.
El modo pin: Cada semana te colgás sobre el pecho el color del movimiento de turno.
El modo tatuaje: Elegís una causa coherente con tu marca, la transformás en identidad compartida y presentás propuestas concretas para aportar tu granito de arena.
Teniendo esto en cuenta, voy a compartir el anuncio de una marca que intento simular un tatuaje y en pleno copy se le cayó el pin.
Lo encontré en el perfil de Linkedin de Cristian Leporati (también destripador).
Desconozco cuándo y dónde fue publicado, pero calculo que es español y data del año 1970.
Debajo de la pieza lo transcribo y comparto mi perspectiva.

Nuestro Banco cree en los derechos de la mujer.
Y lo demuestra.
En el Banco de Bilbao exiten muchos servicios pensados especialmente para facilitar la vida de la mujer, cualquiera sea su ocupación y sus ingresos (como lo son en esta fotografía).
En cada una de nuestras 286 oficinas (fijate si debemos estar cerca de tu casa o lugar de trabajo) siempre encontrarás los servicios más indicados a tus intereses, tanto si nos confías tus pequeños ahorros para hacerlos producir al máximo, como si deseas que guardemos tus joyas de gran valor o quieres consejo para efectuar operaciones financieras.
Ven a vernos: te demostraremos que cuando Banco Bilbao dice que "cree en los derechos de la mujer" no está haciendo tan solo una frase publicitaria.
Lo asertivo
El título parece el emblema de un manifiesto, pero como no quiere resonar vacío apela a la demostración.
En la foto muestra estereotipos de mujeres reconocibles, buscando generar identificación inmediata y validar la causa.
Incluye el número exacto de oficinas, demostrando que es cercano y accesible.
Detalla tres servicios concretos, cada uno asociado a distintos niveles de inversión para demostrar que hay opciones reales para diferentes perfiles.
Cierra con una invitación directa a acercarse al banco.
Lo que falla
En la foto faltan mujeres científicas, empresarias, gerentes o en puestos de poder.
Los servicios que enumera están asociado a roles de cuidado previsible: ahorro pero no inversión; protección pero no riesgo; administración sin expansión económica.
En el fondo, el mensaje es: “nosotros, los hombres del banco, te damos estos derechos”. Refuerza que el banco tolera ciertos tipos de independencia, pero dentro de límites aceptables para la época.
En otras palabras...
Este anuncio se siente tibio, muy tibio.
¿Cuál hubiese sido la mejor forma de embanderar la causa?
¿Tal vez colocando una mujer gerente en alguna de sus 286 sucursales?
Podés vomitar tu opinión en el club del cuchillo